sábado, 26 de febrero de 2011

TOMODACHI: EL KARATE Y LA EDUCACION DE LOS NIÑOS

EL KARATE Y LA EDUCACION DE LOS NIÑOS
Por: Sensei Alberto Yuri Tapia Jorge
Cinturón Negro 6to. Dan
Director Técnico de la Asociación Internacional de Karate Do Tomodachi-INKATA,  del Club Tomodachi Karate Perú
Y del Colegio Augusto Weberbauer
Desde la atalaya que me da la experiencia como profesor de Karate Do  puedo observar un  mundo caótico, convulso e irreflexivo que amenaza a nuestros niños y jóvenes. Cuando menos pensamos advertimos a nuestros pequeños en el mundo de la drogadicción, el alcoholismo  y otros. ¿Que ocurrió? ¿Cuáles fueron las razones de esta calamidad?   

Es importante aclarar que la educación de los padres de familia en el hogar es insustituible, como también  puntualizar que el Karate contribuye a mejorar los aspectos educativos, disciplina y otros valores, sin embargo,  este arte marcial no realiza prodigios. He podido observar a los niños que al llegar a la pubertad se rebelan y buscan en las calles lo que no tiene en el hogar y es así que al recibir información distorsionada o falsa se pierden en la ilusión y la mentira.

Existen madres dominantes y sobre protectoras que educan a sus hijos con suma rigidez  que no le permiten tomar decisiones y al fracasar quieren que el Karate Do sea el medio de solucionar este terrible problema y que este arte marcial cambiará al infante en una persona segura de sí misma  luego que ella lo volvió tímido y con baja autoestima.

Este problema se agrava cuando tiene un padre dominante, que impondrá el temor y la desconfianza en el niño que lo hará más dependiente de la madre sobre protectora, de igual manera, que cuando no tiene padre, la influencia paterna es importantísima y que en caso contrario se forma un agujero afectivo que afectará negativamente al niño. 

Para un profesor de Karate Do el reto es enorme, teniendo en cuenta la expectativa que produce,  que esta disciplina y los demás deportes formativos son elementos importantes para alcanzar la educación integral de los niños, la didáctica aplicada, el trato sicológico y otros factores que superarán la conducta, la forma de pensar y actuar del educando.
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Muchas veces los padres de familia que sufren estos problemas y por consejos de psicólogos o profesores llevan a sus niños a las Academias de Karate Do y después de cierto tiempo cuando notan que se están produciendo importantes y positivos cambios en los niños y adolescentes, hacen la siguiente pregunta: ¿Qué hizo usted para ayudar así a mí hijo?

La respuesta de un buen Sensei (profesor de Karate) sería, sin ofender, buscando reflexión en los padres, “hemos ayudado a su hijo brindándole respeto y cuando hay respeto este es recíproco, hemos consolidado los valores morales y éticos por encima de los aspectos técnicos deportivos, manteniendo la autodisciplina e incrementando el buen comportamiento, la cortesía, el acatamiento de las jerarquías y normas que motivarán logros y perfeccionamiento físico y mental basado en la extraordinaria filosofía marcial del Budo

Pero, sin la decidida voluntad de los padres y de los niños no podremos disfrutar de ver los cambios, de la voluntad de asistir a las prácticas con entusiasmo, puntualidad y deseos de aprender, de progresar y alcanzar el balance físico y mental por voluntad propia sin exigencias. Muchas veces esta transformación no es inmediata sino de mediano o largo plazo.

Como reflexión, sabemos que el karate por si solo  no es la terapia para este gran problema, para que un niño afectado por este contexto negativo, también los padres tiene que cambiar  no vivir aislados de sus hijos, terminar con los maltratos tanto físicos como morales y mentales de los padres contra los pequeños, que el karate no es un medio para “defenderse” atacando a sus compañeros. hermanos o amigos. Y así nos proyectaremos a un mundo mejor, confiando en la educación del Karate Do para sus hijos,


 
 

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